sábado, mayo 20, 2006

Primero tomaremos Manhattan, después tomaremos anís

Ay, ¿se acuerdan de cuando relataba aquellas juergas que nos corríamos por los bares de la ciudad? Cuánta ingenuidad. “Dos vodkas, tres tequilas, un vaso de vino”. Era un chico de pueblo abrumado por el NEÓN. Un chico sencillo que no sabía decir “no”. Vienes del arroyo, de las FAVELAS, y de repente te ofrecen cigarrillos, bolígrafos, MP3, ¡cómo puedes negarte! Te prometen el Paraíso. Cuando descubres que todo es mentira ya es tarde. Has compartido vaso con la persona equivocada y te ha contagiado el SIDA. No es tan grave, piensas, pero estás condenado a dormir con pijama el resto de tu vida. Bueno

domingo, mayo 07, 2006

Chivato

Mi videojuego favorito se llama "Chivato"(1). Se trata de una aventura en tercera persona al estilo del "Grand Theft Auto" en la que el protagonista es un joven que asciende en la jerarquía de una familia mafiosa mediante el cumplimiento de una serie de misiones cada vez más peligrosas. La sexta misión del juego, por ejemplo, consiste en desenterrar el cadáver de la madre del jefe de una familia rival y llevarlo hasta su dormitorio. Hay veinte misiones. La última es sorprendentemente sencilla, pero el juego está diseñado para que el protagonista fracase. Es atrapado por agentes del Gobierno Federal que le ofrecen tomar parte en un programa de protección de testigos a cambio de delatar a los miembros más poderosos de su clan. Aquí se plantea la gran disyuntiva de "Chivato". Porque si el protagonista acepta delatar a la mafia será trasladado a los suburbios de una ciudad sin nombre en los que deberá llevar una vida ordenada y apacible que le permitirá alcanzar un creciente nivel de prosperidad, un poco al estilo de "Los Sims". Sin embargo, si el protagonista se niega a colaborar con el FBI será encerrado en una prisión de máxima seguridad en la que deberá planear una fuga mientras tratará de evitar ser apuñalado o sodomizado. Si el protagonista se ha inclinado por la primera opción, la suburbana, alcanzará finalmente un elevado estatus y el respeto de la comunidad. Al llegar a este punto, aparece irremediablemente un pistolero de la mafia que le dispara en la nuca. El juego termina. Si por el contrario elige cumplir condena, el protagonista conseguirá finalmente fugarse de la prisión. Se esconderá en los suburbios de una ciudad sin nombre y llevará una existencia apacible que le permitirá alcanzar un creciente nivel de prosperidad, al estilo de "Los Sims". Cuando consigue el respeto de la comunidad aparece irremediablemente un delincuente común que le pide la billetera y que termina apuñalándole en el pecho tanto si se desprende de ella como si no. Es entonces cuando aparecen los títulos de crédito y empieza el juego de verdad.

(1) "Chivato" se vende en los comercios del extrarradio con el título de "CHOTÓN"