jueves, junio 23, 2005

Asco

—Dios. Es repugnante.
—No sea usted anticuado, hombre. Estamos en el año 2005.
—Me da ASCO.
—Hoy en día todos los muñecos tienen genitales.
—¡A la mierda los genitales! Lo que me da asco es el VELLO PÚBICO.
—Cómo quiere educar a sus hijos, ¿como en Latinoamérica?
—¿Está usted CIEGO? ¡Es un BEBÉ con vello púbico!
—Bueno, algunos bebés…
—¡Qué bebés, por el amor de Dios! ¿Los del YETI?
—Se trataba de marcar una diferencia.
—¿Una diferencia? Y por qué no le han puesto también un bigote.
—Está usted exagerando.
—Dios, esos genitales…
—¿Lo ve? ¡Los genitales! ¡El problema son los genitales! ¿Ve como está usted anticuado?
—¡Me dan igual los genitales! Pero… Ese pene…
—Qué problema hay con el pene.
—Que es ENORME. Este muñeco tiene unos cojones como sandías.
—¿Ve como exagera?
—Dios… Y por qué ese HIPERREALISMO. Ese escroto arrugado…
—Somos profesionales, maldita sea.
—¿Profesionales? ¡El huevo izquierdo está más caído que el derecho!
—¡Como en la vida real!
—¡En la vida real los bebés no llevan un piercing en el glande!
—¡Estamos en el año 2005! ¡Todo el mundo lleva piercings!
—¿Y TODO EL MUNDO LLEVA UNA COBRA TATUADA EN LA POLLA?
—Bueno. Tal vez no todo el mundo. Pensamos que quedaba simpática.
—Usted no está en su sano juicio.
—¿Y si cambiamos la cobra por un dragón?
—No está entendiendo nada.
—¿Por un mariposa?
—No está entendiendo nada.
—Ah, lo olvidaba. Esto le va a gustar. Los testículos son comestibles.
—¿C-comestibles?
—Pruebe, pruebe…
—Mmm... No están mal, no están mal.
—Se lo dije.
—Mierda, son deliciosos.
—¡Con calma, con calma! Si come demasiado podría sufrir una sobredosis.
—No me importa. Necesito más de esta mierda.
—Con calma, por favor.
—NECESITO MÁS DE ESTA MIERDA, ¿ME OYE?
—Le conseguiré montañas de esta mierda. En cuanto el muñeco empiece a fabricarse en cadena.
—¡HÁGANLO INMEDIATAMENTE!
—De acuerdo.
—¡Y AUMENTEN EL TAMAÑO DE LOS TESTÍCULOS! ¡QUIERO TESTÍCULOS DE CABALLO!
—De acuerdo.
—¡SE LO SUPLICO!

martes, junio 21, 2005

Antonia

¿Te acuerdas de Andrés Mellado? Nos pasábamos el día en la cama y bajábamos a comer al VIPS a las seis de la tarde y planeábamos ir al cine pero luego volvíamos a tu casa y nos metíamos otra vez en la cama y follábamos y dormíamos y leíamos el periódico. Creo que no he sido tan feliz en mi vida. Sé que este paso es necesario pero, cuando empiezo a recordar, mi fe en esta ruptura se resquebraja. Me dan ganas de intentarlo de nuevo, de intentar no volver a cagarla, de intentar creer en el futuro. Porque no te pierdo a ti, Antonia, porque estás ahí, eres mi familia, eres mi casa, joder, tú también eres mi casa. Lo que pierdo es el futuro, nuestro futuro. Nosotros. Hay un universo paralelo en el que me asesinas con un destornillador. Hay otro en el que te estrangulo con un calcetín. En otro somos viejos y nos odiamos y tenemos dos hijos retrasados mentales y tú te has quedado calva y yo soy medio marica. En otro me abrazas en la cama de un hospital y me dices que me quieres por última vez. En otro duermes sobre mi pecho y nuestro nieto te despierta cuando abre la puerta de la habitación. ¿Lo ves? Mi fe en esta ruptura se resquebraja. Pero no podemos permitirlo. No quiero fracasar de nuevo. No quiero hacerte perder más tiempo. No quiero volver contigo, Antonia. No quiero que nuestra relación vuelva a interponerse entre nosotros. Te quiero. Estoy orgulloso de ti. Estos han sido los mejores años de mi vida. Es mucho más duro de lo que imaginé. Estoy desolado pero qué cojones. Siempre podemos echar un polvo de vez en cuando

domingo, junio 19, 2005

Decisiones

El resto de tu vida depende de tu próxima decisión. Del paso más insignificante. Te quedas sin tabaco. Decides bajar a la cafetería y terminas siendo castrado por un grupo de latin kings que odia tu forma de caminar. O bien decides quedarte en casa y no logras sobrevivir al escape de gas que provoca tu abuela demente. Tomar un atajo puede derivar en un futuro de drogadicción y hepatitis. Elegir un helado de fresa puede causar depresión e intento de suicidio. Pasear por la sombra puede provocar una bancarrota. Mierda, piénsalo: si no te hubieras comido esos cacahuetes tu hijo se habría salvado. Tu mujer no habría caído en la prostitución. Tus pulmones estarían sanos. ¡Piénsalo! Qué va a pasar ahora. Puedes tirarte al río y dejar que vean tu pequeño pene o quedarte en la orilla y dejar que imaginen tu pequeño pene. Piénsalo. Cualquier decisión es IMPORTANTE. Piénsalo. No dejes de pensarlo NI UN SEGUNDO. El desastre acecha a la vuelta de la esquina. A la vuelta de la manzana, en la próxima curva. Piénsalo. Depende de ti